Un family office atiende a las familias que tienen una visión a largo plazo, y que desean que su patrimonio y sus valores perduren de generación en generación.

Pueden ser familias con fortunas privadas diversificadas, familias que son o han sido propietarias de empresas, familias con una situación familiar compleja o con una dimensión muy internacional. En otras palabras, familias que son conscientes de las complejidades de una gestión patrimonial intergeneracional y sujeta a múltiples jurisdicciones.